Manifiesto SKIN

Manifiesto SKIN

Reivindicamos el lugar y el tiempo de los que la piel es artífice,
pues ella ha sido menosvalorada y despreciada a tal punto que ha sido entregada a una voluntad fantasmagórica y ridícula que la ha tomado como objeto de sus delirios de grandeza y de control...

...pero la piel siempre se escapa...

Por más que la voluntad trate desesperadamente de disimularla, revestirla, disfrazarla
a golpe de tecnología de masas, agujas y bioquímica enlatada,
ella reaparecerá siempre con mas fuerza mostrando lo no-oculto y no-visible.

Reivindicamos la piel-pliegue, la piel-arruga, la piel-invaginación, la piel-agujero,
pues ella nos arroja a esa suerte de vacío en el que todo está y todo se juega.

Ya no queremos más estar dentro o estar fuera, sino ahí mismo
en el pliegue de la existencia
ahí donde se con-vive, donde se con-mueve, donde se con-siente.

Reivindicamos, pues, un tiempo dérmico y epidérmico,
aquel que se fabrica en los entresijos de nuestros poros.
Ese tiempo creativo que circula entre el cronos de la voluntad y los tiempos múltiples de las fuerzas que habitan y componen nuestros organismos, nuestras articulaciones. Ese tiempo tensado entre lo consciente y lo inconsciente, lo voluntario y lo involuntario...

Como obrerxs de la piel reivindicamos el poder que de ella se desprende, que ella afirma. ¡Nunca más el poder de manipular, de controlar, de dirigir, de imponer, de trabajar, de ordenar, de representar!

Nuestras manos están al servicio de sus potencias. Nuestras tecnologías no manuales también.
¡Todo el poder al tejido!. ¡Todo el poder a las texturas!. ¡Todo el poder al movimiento!.
¡Todo el poder a la sensación!. ¡Todo el poder a las fuerzas invisibles!.

Destruyamos las categorías que aprisionan la piel, hagámoslas estallar en mil pedazos
de modo que ya solo queden puntos en el espacio-tiempo abiertos
a nuevas composiciones, a una nueva gravitación.

No queremos que la piel ocupe el centro pero tampoco queremos que otros ocupen ese lugar.
Queremos la piel, la afirmamos por lo que es, por las fuerzas que la habitan.

Os lo advertimos: es preciso dejarse caer en la piel.
Escuchadla, observadla, sentidla, obedecedla, pues ella es el-cuerpo-que-sabe
y así es como ella os cuidará y os mimará.

La piel no es barrera, es inter e intra-conexión.
La piel no es re-presentación, es creación.
La piel no es límite, es desplazamiento.

La piel no es una, es múltiple.
La piel no es capas, es fuerzas.
La piel no es envoltorio, es en-vuelta.
La piel no es historia, es devenir.
La piel no es centro, es descentrada.
La piel no es defensa, es vulnerabilidad.

La piel no es estática, es dinámica.
La piel no es reflexión, es acción.

La piel es naturaleza y técnica. La piel es metaestabilidad.
La piel es sensora, captadora, transductora y efectora.

La piel es física y metafísica.
La piel es materia y memoria.
La piel es compuesta y compositora.
La piel es articulación y danza.
La piel es individual y colectiva.

La piel...siempre en el límite...siempre fugándose...siempre plegándose y desplegándose.

*Este texto fue escrito en 2016, durante el desarrollo del TFM: Las políticas de la piel: el arte de estar en el medio, para el Master de Posturologia de la UB dirigido Ignasi Beltran, al que agradezco la absoluta libertad para escribir desde el interés y el placer. Inspirado en muchas lecturas con algunas referencias específicas a Suely Rolnik y G. Simondon, y otras menos específicas a G. Deleuze, F. Varela, Angela Davis y J-L. Nancy.